En una vida llena de constantes demandas y estrés, encontrar momentos de calma y recuperación se convierte en una necesidad vital. El yoga restaurativo puede ser una práctica que no solo nutre el cuerpo, sino también la mente y conecta con las emociones.

El propósito del yoga restaurativo es el de cuidar y valorar nuestro cuerpo, esto se logra a través de posturas relajantes, apoyos con cobijas, bloques y cinturones, así como una respiración consciente embarcándonos en un viaje de autoconocimiento y cuidado.

Además de los beneficios físicos evidentes, como la mejora de la flexibilidad y la reducción del estrés, el yoga restaurativo nos brinda la oportunidad de explorar nuestras emociones y pensamientos más profundos aprendiendo a distinguir entre la incomodidad que surge del esfuerzo y la que proviene de la tensión innecesaria. Esta conciencia nos capacita para ajustar nuestras posturas de manera que nutran y fortalezcan nuestro cuerpo en lugar de agotarlo. En los momentos de quietud en las posturas, encontramos espacio para liberar tensiones acumuladas y cultivar una sensación de paz interior.

Esto se convierte en un acto de amor hacia nosotros mismos, a través de cada respiración consciente y cada postura relanante, nos regalamos el cuidado y la atención que merecemos. Nos recordamos a nosotros mismos que el verdadero poder del yoga no reside en la capacidad de realizar posturas impresionantes, sino en la capacidad de escuchar y responder a las necesidades de nuestro cuerpo en cada momento presente.

Abierto a todos, con cualquier nivel de experiencia.